jueves, 30 de octubre de 2008

Prefacio (a la edición de 2006)

Escribí 27 de Febrero de 1989: interpretaciones y estrategias, entre la segunda mitad de 1999 y el primer trimestre de 2000. El arqueo bibliográfico, como lo aprendí en mi escuela de Sociología de la UCV, lo inicié mucho antes, en 1998. En lo que respecta al soporte teórico de mi investigación, muchos de los autores que aparecen acá citados los descubrí fueras de las aulas, al tiempo que conté con la extraordinaria posibilidad de ahondar en la lectura de varios de ellos en un par de cursos dictados por Erik del Búfalo, en la escuela de Filosofía de la misma universidad.

Si los aportes de Erik fueron invaluables, nada menos puedo decir de las orientaciones metodológicas de Dick Parker, con quien tuve el honor y el placer de recibir clases. Si a todo esto se le suma mi encuentro fortuito con un librito sorprendente y genial, Salsa y control, de José Roberto Duque, y dadas las apremiantes circunstancias que me obligaban a no seguir posponiendo mi entrega de tesis de pregrado, el resultado no podía ser otro que este libro que ahora llega hasta sus manos, y que no es más que un alegato contra el discurso dominante sobre el 27F.

Como ya lo he escrito en la introducción, este trabajo tiene mucho de exposición un tanto torpe de desarrollos parciales. Pero he preferido atreverme a intentar pensar el 27F de otro modo, en lugar de continuar repitiendo los mismos lugares comunes sobre un suceso que definitivamente marcó un antes y un después en nuestra historia reciente. Intenté aportar algunas ideas que nos permitieran replantear el 27F en tanto problema, o en tanto objeto de estudio, si así prefieren llamarlo.

Hoy día, y revisando la bibliografía producida desde entonces, no solo estoy convencido de que sigue siendo necesario ensayar formas de interpretación novedosas para tratar de percibir la naturaleza del 27F. Las transformaciones políticas que han venido operando en nuestro país desde 1998, pero sobre todo desde las jornadas de abril de 2002, nos obligan a pensar la sociedad venezolana, y por supuesto el mundo que nos circunda, desde nuevas ópticas. Es necesario, por ejemplo, terminar de saldar cuentas con los esquemas de análisis que nos legó la izquierda tradicional.

Venezuela es en este momento un extraordinario laboratorio de nuevas formas de subjetividad política, de múltiples singularidades que se manifiestan todos los días y que inciden de manera constante y decisiva en la configuración de las relaciones de fuerza que atraviesan nuestra sociedad. A una sociedad en ebullición no se le puede pensar con cerebros quietos. Si pretendemos mantenernos a la altura de los acontecimientos, hay que comenzar ya a estremecer esas cabezas. Ojalá y este libro sirva de aporte, por limitado y pequeño que sea.

Reinaldo Iturriza López
Febrero de 2006

1 comentario:

**ALERTAPALONEGRO** dijo...

saudos camaradas compatriotas duro con los facistas y que sepan que estamos unidos
y mas fuertes que nunca (P.S.O.M)esto quiere decir patria socialismo o muerte.no abandonemos la
la lucha

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